Arquitectura biodigital
Resumen.
Inmensa potencia tiene lo natural si se trabaja con ADN como si fuese software
natural, y lo digital si se trabaja con software como si fuese ADN digital. Su
ciber-eco fusión lleva a la arquitectura biodigital y al organicismo digital,
consolidándose estos años como la vanguardia del siglo XXI. Los iniciadores de tales
caminos convergen en el Máster de Arquitectura Biodigital, de la línea de
investigación y doctorado “Arquitecturas Genéticas” de la ESARQ (UIC), en
Barcelona. Los fundamentos teóricos y el trabajo llevado a cabo ahí es lo que
se pretende avanzar en esta ponencia. En el año 2000 se comenzó la aplicación real
de la genética en arquitectura, con la creación del primer laboratorio de
arquitectura genética del planeta, del primer taller de producción digital en
una escuela española y del primer programa sistemático de postgrado sobre estos
temas. Se comenzaron objetivos arquitectónicos aplicando la genética y se empezó
a investigar el uso de las nuevas tecnologías digitales de cara a producir arquitectura
a escala real. En suma, arquitectura biodigital como fusión de genética y
cibernética, cuando las nuevas técnicas biológicas y digitales nos han dado las
condiciones para una nueva arquitectura. Entendiendo la ventaja de esta arquitectura
genética y biodigital hecha de materiales que emergen, es decir, que “crecen”
solos merced a sistemas de autoorganización natural o digital, cuando el ADN y
el software son los nuevos materiales de una nueva arquitectura, y cuando los sistemas
genéticos y cibernéticos son los nuevos sistemas de una nueva arquitectura.
Palabras
claves: arquitectura biodigital, arquitectura
genética, organicismo digital.
I.
ARQUITECTURA BIODIGITAL: INTRODUCCIÓN
Deben revelarse las fuertes
potencialidades que tiene el mundo natural si se trabaja con ADN como si fuese
un software natural, y las grandes posibilidades que tiene el mundo digital si
se trabaja con software como si fuese un ADN digital (Estévez, 2003).
Su fusión lleva a la arquitectura
biodigital y al organicismo digital, consolidándose estos años como una
auténtica vanguardia del siglo XXI. De hecho, esto puede incluso corroborarse
cuando se observa cómo hasta los “arquitectos estrellas” del star-system internacional se van pasando
uno a uno a estos entendimientos arquitectónicos, cuando en su origen
ostentaban otro tipo de tendencias. Desde Frank Gehry a Zaha Hadid,
evolucionando desde el así llamado deconstructivismo con el que empezaron a ser
conocidos, a su cada vez más declarado “organicismo digital”. Repitiéndose
entonces la historia, cuando muchos de los principales responsables de la neomodernidad
de los años 60 y 70 se pasaron en los 70 y 80 a lo que se llegó a etiquetar
como postmodernismo. Igualmente ahora se está verificando cómo importantes
deconstructivistas de los años 80 y 90 están migrando en los 90 y primera
década de este nuevo siglo.
Por otra parte, algunos de los
que sí fueron los primeros arquitectos autodidactas que iniciaron caminos de
arquitectura digital, sin estar obligados a ello, espontáneamente unieron sus intereses
a referencias biológicas. Por ejemplo, por orden alfabético, Bernard Cache,
Karl S. Chu, Dennis Dollens, Evan Douglis, Mark Goulthorpe, Neil Leach, Marcos
Novak, Kas Oosterhuis, François Roche, Lars Spuybroek, Mike Weinstock, etc.
Pues bien, justo estos son los que bajo un programa sistemático convergen en
una especie de GenBauhaus, en el
Máster de Arquitectura Biodigital, emplazado en la línea de investigación y
doctorado “Arquitecturas Genéticas” de la ESARQ (UIC), en Barcelona (véase www.biodigitalarchitecture.com).
Algunos de los fundamentos teóricos y trabajos llevados a cabo ahí es lo que se
pretende avanzar en esta ponencia.
II.
ARQUITECTURA BIODIGITAL: DEFINICIONES Y TRABAJOS DE LA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
Arquitectura genética digital, el
trabajo con “ADN” artificial (software), elementos informáticos, herramientas cibernéticas
para la producción automatizada de la arquitectura digitalmente diseñada. Y por
otro lado desde el trabajo con “software” natural (ADN), elementos vivos, aplicando
procesos genéticos reales a la arquitectura. Teniendo en común que tanto el ADN
como el software acaban siendo lo mismo, cadenas de información, naturales o
artificiales, que determinan (el orden) las órdenes para un proceso de emergencia
de la forma, de autoorganización y crecimiento autónomo.
Todo ello amparado por “un
diagrama para la nueva era biodigital”, que aquí se adjunta:
Figura 1. © Alberto T. Estévez, Diagrama de las tres edades de la
arquitectura (Estévez, 2005): se nos han dado las
condiciones para una nueva arquitectura…
Quizá no sea una coincidencia que
en esta misma ciudad de Barcelona, la de Antoni Gaudí, donde además Salvador
Dalí profetizó desde su conferencia en el Parque Güell (1956) que la genética
cambiaría el futuro de la arquitectura, se empezase el año 2000 la aplicación
real de la genética a la arquitectura, con la creación del primer laboratorio
de arquitectura genética real del planeta, con la creación del primer taller de
producción digital en una escuela española, con la creación del primer programa
oficial de postgrado sobre estos temas genético-biodigitales.
Ciertamente que con esto se ve
cumplida la mencionada profecía de Salvador Dalí. Más cuando él mismo se daba cuenta
de que simplemente era una cuestión de tener la técnica necesaria, la
proveniente de la genética, que tardó medio siglo más en llegar: “en 1925
conocí al señor Le Corbusier (…) me pidió mi opinión respecto al porvenir de la
arquitectura. Le respondí que yo la veía ‘blanda y peluda’. No he cambiado de idea
y espero que la técnica me alcance algún día, por qué todavía le llevo algo de
delantera”. [Cita
extraída de S. Dalí, Confesiones
inconfesables, en Obra completa, vol.
II. Textos autobiográficos 2, Barcelona: Destino, 2003 (1973), pp. 491 y
625. Se han corregido sus habituales faltas ortográficas, a pesar del riesgo de
que con ello se pierda algo de la “gracia” daliniana.]
Pues bien, en la línea de lo
dicho, pueden definirse dos aproximaciones de la aplicación de la genética a la
arquitectura en la que el programa de “Arquitecturas Genéticas” trabaja:
Figura 2. Alberto T. Estévez, Genetic Barcelona Project, Barcelona, 2003-2006: creación genética de plantas bioluminiscentes para uso urbano y doméstico. Derecha, foto del Laboratorio de Arquitectura Genética de la UIC (foto: Alberto T. Estévez).
Figura 2. Alberto T. Estévez, Genetic Barcelona Project, Barcelona, 2003-2006: creación genética de plantas bioluminiscentes para uso urbano y doméstico. Derecha, foto del Laboratorio de Arquitectura Genética de la UIC (foto: Alberto T. Estévez).
1. La investigación genética para obtener elementos vivos, materiales constructivos y espacios vivos útiles para la arquitectura. Por ejemplo, ya se está en una segunda fase de la creación genética de plantas bioluminiscentes para uso urbano y doméstico (figura 2), cuando por primera vez en la historia genetistas están trabajando para arquitectos. Al igual que se investiga sobre el control genético del crecimiento para conseguir que células vivas se conviertan en material constructivo y espacio habitable “comandado” desde su específico diseño genético (figura 3), por tanto, arquitectura 100% reciclable y sostenible, con un máximo ahorro energético en los procesos constructivos, sin necesidad de trabajo manual intermedio al ser de crecimiento natural.
Figura 3 (centro).
Izquierda, foto del Laboratorio de Arquitectura Genética de la UIC: investigación genética con Agustí Fontarnau, para obtener elementos vivos, materiales de construcción y espacios vivos que puedan ser útiles a la arquitectura. Derecha, Alberto T. Estévez (con Marina Serer), Ceci
n’est pas un pavillon, Pabellón
genético de Barcelona: reforma genética blanda y comestible del Pabellón alemán de Barcelona de Mies van
der Rohe, Barcelona, 2007 (fotos: Alberto T. Estévez).
2.
La elaboración del diseño y producción digitales entendido como un proceso
genético. Sabiendo que “lo que puede dibujarse, puede construirse” [“what
can be draw, can be built”: conversación personal del autor con Dennis Dollens,
ESARQ (UIC), Barcelona, 2007],
por qué lo que puede dibujarse con herramientas digitales
dispone de un ADN digital que permite su emergencia automatizada, su autoconstrucción
robotizada, su crecimiento artificial. Utilizando las tecnologías digitales
para producir, no ya modelos o moldes (“no models, no moulds”), sino
arquitectura real a escala natural 1:1, desde puntos de vista de arquitecturas genéticas
(figuras 4, 5 y 6). Superación, por tanto, del entendimiento de la producción
en serie de elementos uniformes, pues al diseño y producción digitales les
resulta indiferente hacer 100 piezas iguales ó 100 diferentes.
Figura 4. Bernard Cache, Pabellón digital de Barcelona, Barcelona, 2001: producido en el Laboratorio de Arquitectura Digital, ESARQ (UIC) (foto: Bernard Cache). Derecha, detalle de panel (foto: Alberto T. Estévez).
Figura 4. Bernard Cache, Pabellón digital de Barcelona, Barcelona, 2001: producido en el Laboratorio de Arquitectura Digital, ESARQ (UIC) (foto: Bernard Cache). Derecha, detalle de panel (foto: Alberto T. Estévez).
Estos son algunos de los
objetivos que se están trabajando, entendiendo que la gran ventaja de esta
arquitectura genética y biodigital radica en que está hecha de materiales que
emergen, es decir, que crecen solos merced a sistemas de autoorganización
natural o digital, cuando el ADN y el software son los nuevos materiales de una
nueva arquitectura, y cuando los sistemas genéticos y cibernéticos son los
nuevos sistemas de una nueva arquitectura.
Arquitectura biodigital, fusión
de genética y cibernética, cuando las nuevas técnicas biológicas y digitales
permiten esta nueva arquitectura. Es así como se están elaborando
simultáneamente ambos aspectos de investigación.
Por un lado, biotecnologías,
objetivos arquitectónicos aplicando la genética, como en el Genetic Barcelona Project (Estévez,
otoño 2005, y Estévez, 2007) (figura 2). O en el Pabellón genético de Barcelona, para la Reforma genética blanda y
comestible del Pabellón alemán de Barcelona
de Mies van der Rohe (figura 3): Ceci n’est pas un pavillon
se ha convertido en el título de un “proyecto-manifiesto”
o de una “imagen-manifiesto”. Este trabajo queda dentro de
la investigación sobre el control
genético del crecimiento celular, haciendo crecer
tejidos vivos como material constructivo. Fue también presentado en la
exposición “Bios 4: arte biotecnológico y ambiental”, CAAC
Centro Andaluz de Arte
Contemporáneo, Sevilla, 03.05-02.09.2007.
Y por otra parte, tecnologías
digitales, CAD-CAM para producir directamente arquitectura real, como se ha
hecho en el Consultorio Médico G., en
Barcelona (figura 6). O en el Pabellón
digital de Barcelona, de Bernard Cache (figura 4): llamado también Pabellón
de L’Orme, fue el primer edificio íntegramente diseñado y producido con medios
digitales, y se realizó el año 2001 en el Taller de Arquitectura Digital de la
ESARQ (UIC), con la colaboración de profesores y alumnos de la Escuela. También
fue presentado en la exposición “Architectures non standard”, en el Centro
Pompidou, París, 10.12.2003-01.03.2004. En tal exposición se exhibieron
igualmente otros modelos realizados en el mismo Taller, como los de François
Roche y Mark Goulthorpe, cuando la mayoría de los que tomaron parte en tal
exposición de hecho son profesores del mencionado Máster de Arquitectura
Biodigital.
III.
ARQUITECTURA BIODIGITAL: DISTINTAS ESTRATEGIAS PROYECTUALES DE LOS PROFESORES DE LA “GENBAUHAUS”
La GenBauhaus, la virtual escuela
donde convergerían las distintas líneas de aproximación a la arquitectura
biodigital de los profesores que participan en el Máster de Arquitectura
Biodigital de la ESARQ (UIC). Cada uno con sus personales visiones han
consolidado una nueva vanguardia, desde cierto organicismo digital. Y su
compilación se hace precisamente en este programa, en Barcelona, emblemático lugar
para la aplicación de la genética a la arquitectura, para la fusión de lo
biológico y lo digital.
Así, se podrían ver primero 4
ramas o entradas a tal arquitectura biodigital, en las que podrían clasificarse
las diferentes estrategias proyectuales
de los arquitectos antes listados. 4 entradas, más
últimamente definidas en la conferencia de Karl S. Chu, “La arquitectura de
mundos posibles”, III Jornadas Internacionales “Arte y arquitectura digital,
net.art i universos virtuales”, Departamento de Historia del Arte (UB),
Barcelona, 12.03.2008, pero completadas hasta 6 en conversaciones personales
del autor con Karl S. Chu, ESARQ (UIC), Barcelona, 2008, y matizadas ahora en
este escrito:
Morfogenética,
basada en procesos endógenos, en procesos internos de formación, en procesos
genéticos. Es pues el diseño directo del “ADN” que regirá el desarrollo de la
futura criatura o raza.
Morfodinámica,
basada en fuerzas exógenas, en procesos de generación de forma a través de la
aplicación de tensiones, de “estrés”, de sistemas dinámicos, de “virus”. Aunque
en principio aquí ya no hay genética, también, en las debidas circunstancias,
son causas externas las que provocan mutaciones genéticas.
Biomimética,
como imitación de características de interés, de funcionalidades y procesos
biológicos.
Biomórfica,
como imitación de formas biológicas, sin necesidad de conocer las razones de su
génesis o de sus procesos, ni sus consecuencias.
A estas cuatro se unirían dos
más, como en ambos extremos de todo el espectro biodigital: la paramétrica, que utiliza únicamente
ciertas técnicas digitales, y la genética
propiamente dicha, que sólo usa técnicas biológicas. Esta ofrece entonces
inéditas perspectivas al aplicar la genética real a la arquitectura. Donde los
obreros, técnicos y virtuosos de la nueva arquitectura ya no llevan casco sino
bata blanca.
Sin embargo, lo biomimético o lo
biomórfico no debería entenderse como mera mímesis del simio descerebrado que simplemente
imita de manera literal una forma vacía. Interpretación errónea sugerida por la
ambigüedad de las palabras usadas. Más bien al contrario, de ahí que deberían llamarse
“bioinvestigación” o “bioinspiración”, para concretar mejor su significado.
Pues de lo que de verdad se trata es de descubrir qué infinitas ventajas nos
ofrecen determinados seres vivos que quieran escogerse, para —tras ser
investigados— puedan luego aprovecharse, aplicado a la arquitectura. Ya sean ventajas
de sus sistemas estructurales, de su economía formal y estructural, de la
calidad que deviene al crear espacios con ellas, de su plasticidad, de las
posibilidades que ofrecen sus texturas, de sus sistemas procesuales y de
funcionamiento, del amplio abanico de soluciones que ofrecen en la resolución
de los problemas habituales de la arquitectura, etc. Esto es ir incluso más
allá de la biónica. Y finalizada tal “bioinvestigación” inicial asociada a
objetivos arquitectónicos, se pasa a ejecutarlos, con técnicas biológicas o
digitales.
Justo en este punto es donde
entrarían las posibilidades de lo paramétrico. Claro que, igual que ocurre con
las estrategias proyectuales morfogenéticas y morfodinámicas, todas ellas ofrecen
la alternativa de convertirse —para la creación de formas— en sistemas
abstractos e inmanentes, digitales 100%, sin referencias biológicas. Cuando
hasta el mismo proceso gráfico de diseño puede ser totalmente automatizado.
Y es que el buen nombre que
llegan a tener tales vías de proyectación, en el fondo proviene de la fortuna
crítica con que determinados círculos intelectuales reciben la objetivación
en la creación de formas. Sin darse cuenta de que, en
definitiva, no hay nada realmente objetivo que determine que
uno u otro procesos de diseño tienen en si mismos mayor o
menor valor. El auténtico valor se adquiere por lo que se
propugna o consigue, con independencia del camino escogido
que por si solo es más bien neutro.
Sirva como ilustración de todo
ello alguno de los últimos trabajos de la Línea de Investigación y Postgrado
referida que se consignan a continuación.
Figura 5. Izquierda,
Dennis Dollens (con Affonso Orciuoli y con los estudiantes del Máster),
Tensegrity Barcelona Tower, Máster de Arquitectura Biodigital, Laboratorio de Arquitectura Digital, ESARQ (UIC),
Barcelona, 2008 (foto: Alberto T. Estévez). Derecha, Anna Chartofyli y Joana Pinho da Costa (con Karl S. Chu, tutor), Biodigital being,
Máster de Arquitectura Biodigital, ESARQ (UIC), Barcelona, 2008 (dibujo: Anna Chartofyli y Joana Pinho da Costa).
Según lo dicho, específicamente
sobre morfogenética, entre lo propugnado por Karl S. Chu estaría el trabajo
desde algoritmos genéticos. Estos, merced al software gráfico y a la robótica
se convierten en superficies, volúmenes y espacios arquitectónicos reales
(figura 5): experimentando con formas emergentes desde sistemas sustitutivos
que funcionan sobre una base de algoritmos, creando patrones de datos que con determinadas
equivalencias geométricas pueden traducirse a formas “protoarquitectónicas”.
Según gusta Karl S. Chu de citar al matemático Gregory Chaitin, “todo es
algoritmo”, aunque deba revelarse aquí que varias décadas antes fue Ludwig
Wittgenstein el que antes pronunció tal aserción en su Philosophische Grammatik
[L. Wittgenstein, Philosophische
Grammatik, Frankfurt: Suhrkamp, 1969 (1931-1932)].
Por cierto, aún más curioso dato si se tiene en cuenta que el único alumno que
se atrevió a encararse con Ludwig Wittgenstein en sus clases fue Alan Turing,
inventor del ordenador.
Mientras, en torno a la
biomimética, dirigido por Dennis Dollens se ha diseñado, modelado en 3D, y
fabricado digitalmente a escala real la Tensegrity
Barcelona Tower (figura 6). Con ella se consigue relacionar tensegrity con biología, merced a la
naturaleza celular con que se diseñó la torre, a sus puntales irregulares,
todos distintos, siguiendo una lógica ramificada y envolvente propia de la
filotaxis. Además, la exploración morfológica hecha en torno a pieles y membranas
ilustra donde la tensegrity se hace
orgánica y donde la variación puede ser biomiméticamente incorporada al diseño
digital. Todo tomando referencias desde los dibujos históricos de radiolarias
de Ernst Haeckel (Haeckel, 1862)
y de las estructuras de Buckminster Fuller.
Por último y ejemplificado por
las obras aquí presentadas (figuras 4, 5 y 6), bajo el manifiesto “No models,
no moulds” del autor de estas líneas, se denuncia el uso limitado —y lastrado
por nuestro inmediato pasado— que se le da a la tecnología digital. Sin
aprovechar en realidad el paso de gigante que ofrece para justo superar los
sistemas de producción actuales: ver el anterior Diagrama de las tres edades de la arquitectura (Estévez, 2005).
Hasta el punto de que su utilización coherente y con todo su potencial se
convierte en ruptura con el pasado y el presente, al ver que el uso principal que
debe dársele a tales posibilidades técnico-digitales es el de fabricar piezas
reales, a escala 1:1, arquitectura ellas mismas, de manera directa, ya “No
modelos, no moldes”.
Figura 6. “No models, no moulds” (ya “no modelos, no moldes”): Alberto T. Estévez, Consultorio Médico G., Barcelona, 2008: tecnologías CAD-CAM para producir directamente arquitectura real a escala 1:1. Izquierda, uno de los paneles dispuesto en la fresadora del Laboratorio de Arquitectura Digital de la ESARQ (UIC). Centro, su dibujo y boceto de colocación en obra. Derecha, panel acabado (fotos: Alberto T. Estévez / dibujos: Ernesto Bueno, Juan Cardenal, Diego Navarro, Guillem Torres / CNC: Pablo Baquero, Affonso Orciuoli, Daniel Wunsch).
Reconocimientos
El autor
agradece de todo corazón a los patrocinadores y colaboradores que han hecho
posible llegar hasta aquí, tales como los respectivos responsables de la
entidad bancaria de “La Caixa”, del “Incasol” de la Generalitat de Catalunya,
de la misma Universitat Internacional de Catalunya, y los numerosos docentes,
investigadores y alumnos que han colaborado de manera generosa, respetuosa,
desinteresada y sincera: sean estos enaltecidos y humillados los soberbios.
Referencias
E. Haeckel, Die
Radiolarien (Rhizopoda radiaria), Georg Reimer: Berlín, 1862.
A. Estévez,
“Arquitecturas genéticas”, en A. Estévez et al., Genetic Architectures / Arquitecturas genéticas, Santa Fe (USA) /
Barcelona: SITES Books / ESARQ-UIC, 2003, pp. 4-17 (www.amazon.com).
A. Estévez,
“Proyecto Barcelona Genética”, Metalocus,
nº 017, Madrid, otoño 2005, pp. 162-165.
A. Estévez,
“Arquitectura biomórfica”, en A. Estévez et al., Genetic Architectures II: digital tools and organic forms /
Arquitecturas genéticas II: medios digitales y formas orgánicas, Santa Fe (USA)
/ Barcelona: SITES Books / ESARQ-UIC, 2005, pp. 18-53 y pp. 54-80 (www.amazon.com).
A. Estévez,
“The genetic creation of bioluminescent plants for uban and domestic use”, Leonardo, vol. 40, nº 1, The MIT Press:
San Francisco- California / Cambridge-Massachussets (USA): febrero 2007, pp.18
y 46.
Alberto T. Estévez
(Barcelona, 1960), arquitecto (UPC, 1983), doctor en Ciencias (Arquitectura,
UPC, 1990), historiador del arte (UB, 1994), doctor en Letras (Historia del
Arte, UB, 2008). Tiene despacho profesional de arquitectura y diseño en
Barcelona desde hace 30 años. Fundador y primer director de la ESARQ (UIC),
donde ejerce como Catedrático de Arquitectura. Director del Grupo de Investigación
y Programa de Doctorado “Arquitecturas Genéticas”, y del Máster de Arquitectura
Biodigital, así como Director del Programa de Doctorado en Arquitectura, en la
Universitat Internacional de Catalunya. Ha sido también contratado por diversas
universidades nacionales e internacionales en las áreas de proyectos
arquitectónicos, composición arquitectónica e historia del arte. Por otra
parte, ha dado más de un centenar de conferencias en diversos países de Europa,
Asia y América, y ha publicado miles de páginas en libros y artículos.
Dirección: c/ Inmaculada, 22,
08017-Barcelona (España)
estevez@uic.es / www.albertoestevez.com
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